octubre 29, 2025
foto 39

Descubrir que te han hackeado una cuenta —sea del banco o de un exchange de criptomonedas— es una experiencia estresante y urgente. En esos momentos las reacciones impulsivas (pagar un rescate, cerrar la app sin más) pueden empeorar la situación. Este artículo te guía, paso a paso y con calma, sobre qué hacer inmediatamente, cómo gestionar la recuperación y qué medidas adoptar para minimizar daños y evitar que vuelva a ocurrir.


1. Actúa ya: bloquea el acceso y limita el daño

  1. Bloquea la cuenta si la plataforma lo permite (bloqueo temporal, suspensión de operaciones).
  2. Cambia la contraseña desde otro dispositivo seguro (no desde el equipo que creas comprometido). Usa una contraseña larga y única.
  3. Desactiva o revoca todas las sesiones activas: muchas plataformas muestran dispositivos/sesiones abiertas —ciérralas todas.
  4. Revoca claves API y accesos de terceros si usas exchange o servicios conectados.
  5. Si hay movimientos no autorizados, solicita de inmediato la retención o reversión de transferencias (en bancos) o el “freeze” de retiros (en exchanges). Aunque no siempre es posible, cuanto antes lo solicites más opciones tendrás.

2. Contacta con la entidad y con el soporte del exchange

  1. Llama por teléfono al número oficial del banco o del exchange (no a enlaces de correos o redes sociales). Busca el teléfono en la web oficial o en documentación que ya tengas.
  2. Explica con calma: qué ha ocurrido, cuándo lo detectaste, qué movimientos no reconoces. Pide que creén un expediente o número de incidencia y anota ese identificador.
  3. Exige medidas inmediatas: bloqueo de cuenta, investigación interna, reversión de operaciones si procede y comunicación por escrito del seguimiento.
  4. Si el exchange es centralizado, solicita el bloqueo de retiros y la trazabilidad on-chain de los movimientos (si aplica). Si es descentralizado, pide indicaciones sobre pasos a seguir y si hay protocolos de congelación (aunque en DeFi eso suele ser más complejo).

3. Denuncia formal: policía y órganos competentes

  1. Presenta una denuncia ante las fuerzas y cuerpos de seguridad (policía nacional, guardia civil u organismo local según tu país). La denuncia es imprescindible para iniciar investigaciones y reclamar. Incluye: fechas, capturas de pantalla, transacciones sospechosas y, si procede, conversaciones con soporte.
  2. En muchos países existen unidades especializadas en delitos informáticos; solicita que remitan el caso a ellas.
  3. Conserva copia sellada de la denuncia: bancos y aseguradoras la pedirán como prueba.
Denunciar en comisaría o juzgado | Poner denuncia en juzgado

4. Documenta todo: la evidencia es clave

  1. Haz capturas de pantalla (pantalla completa, con fecha/hora visible) de la actividad sospechosa: movimientos, accesos, correos de confirmación, emails de restablecimiento.
  2. Apunta un timeline: hora en que detectaste el hackeo, acciones realizadas, llamadas y correos enviados y nombres de interlocutores.
  3. Descarga y guarda extractos bancarios o históricos de exchange en formato PDF.
  4. No borres mensajes o correos entrantes relacionados: pueden ser prueba. Mantén los logs del dispositivo si sabes cómo obtenerlos.

5. Escanea y asegura tus dispositivos

  1. Asume que el atacante pudo acceder a alguno de tus dispositivos. Haz un escaneo completo con antivirus/anti-malware desde un equipo seguro.
  2. Si sospechas compromiso profundo, considera usar un dispositivo limpio para todas las gestiones relacionadas (otro ordenador o móvil que no haya sido usado para entrar en la cuenta comprometida).
  3. Cambia todas las contraseñas (email, banca, exchanges, gestores de contraseñas) desde dispositivos seguros y con contraseñas únicas y robustas.
  4. Activa o refuerza la autenticación de dos factores (2FA) preferiblemente con app (Authenticator, Authy) o llaves físicas (YubiKey) —evita el SMS cuando sea posible.
  5. Revisa y elimina software sospechoso, extensiones del navegador desconocidas y aplicaciones que no reconozcas.

6. Reclama y solicita recuperación de fondos

  1. En bancos tradicionales, pide la investigación de operaciones fraudulentas y la posibilidad de cobro por devolución (chargeback) o responsabilidad bancaria. Exige plazos y el número de expediente.
  2. En exchanges, solicita la investigación de transacciones y la posibilidad de revertir transferencias (si los fondos siguen en control de la plataforma o si hay cooperación entre plataformas).
  3. Si los fondos fueron enviados on-chain (cripto), solicita las direcciones de destino y pide a la entidad que se coordine con el exchange receptor para congelar esas cuentas. No es garantía, pero ayuda a las investigaciones.

7. Notifica a terceros y protege tu identidad

  1. Informa a tu auditor crediticio o buró de crédito: pide alertas o bloqueo temporal para evitar solicitudes de préstamos o apertura de nuevas cuentas.
  2. Si datos personales fueron robados, contacta con servicios de protección de identidad o con la autoridad de protección de datos de tu país para reportar el incidente.
  3. Cambia preguntas de seguridad y revisa cualquier documento digital que pueda permitir suplantación (DNI escaneado, fotos, etc.).

8. No cedas ante extorsiones ni pagues rescates impulsivamente

  1. Pagar un rescate no garantiza la devolución y suele incentivar más ataques.
  2. Si recibes demandas de pago, ponte en contacto con las autoridades; la denuncia es la vía adecuada.
  3. Consulta con asesoría legal antes de tomar medidas económicas extraordinarias.
Cuáles son los tipos de extorsiones telefónicas más comunes? - Revista  Seguridad 360

9. Considera apoyo profesional y legal

  1. Si los montos son significativos, consigue asesoría legal especializada en delitos informáticos y reclamaciones financieras.
  2. Existen empresas y consultores de respuesta a incidentes (IR) que ayudan a investigar, preservar evidencia y coordinar con autoridades y exchanges. Pueden ser costosos, pero útiles en casos complejos.

10. Aprende y refuerza: medidas preventivas a futuro

  1. Usa gestores de contraseñas y contraseñas únicas para cada servicio.
  2. Activa 2FA con apps o llaves físicas.
  3. Mantén software y sistemas actualizados.
  4. Utiliza hardware wallets para cripto si guardas cantidades significativas: mantener claves offline reduce enormemente el riesgo.
  5. Desconfía de correos, enlaces y archivos adjuntos (phishing). Verifica siempre la URL y la fuente.
  6. Mantén copias seguras de documentos importantes en soportes offline o cifrados.
  7. Divide fondos: deja en cuentas de uso diario lo imprescindible y guarda el resto en almacenamientos más seguros o cold wallets.

Conclusión

Ser víctima de un hackeo es una situación grave, pero la forma en que reaccionas puede marcar la diferencia entre recuperar (al menos parcialmente) tus activos o sufrir pérdidas irreparables. Actuar con rapidez, documentar todo, coordinarte con tu banco/exchange y denunciar a las autoridades son pasos imprescindibles. A partir de la experiencia, refuerza la seguridad: cambios de contraseña, 2FA robusto, limpieza de dispositivos y, para cripto, optar por cold wallets para las cantidades importantes.

La prevención y la preparación son el mejor antídoto: cuantas más barreras y mejores hábitos implementes hoy, menor será la probabilidad de vivir esa situación mañana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *